Vinos que te hacen quedar bien
La eterna pregunta, en Navidad, se repite más de lo normal, ¿Quedaré bien con este vino? Nos obsesiona que un vino no nos decepcione, sobretodo cuando lo ofrecemos como regalo o lo llevamos a una cena. Hay marcas, zonas, productores que nos dan seguridad y confianza. Con zonas como Priorato o Ribera del Duero sabemos que el receptor va a percibir cuánto nos hemos gastado. Un champagne o un vino extranjero da una aureola de exclusividad. Rioja o Albariño creemos que siempre van a estar buenos. Las uvas cabernet sauvignon, merlot y chardonnay parece que le den pedigrí al cupage. Estas apuestas seguras son ideales para obsequiar a personas que no conocemos bien y no sabemos su interés por el vino. Aunque si tenemos grandes amigos apasionados por el vino agradecerá más un vino de autor o de alta expresión. Estos vinos son obras de arte de bodegas y/o enólogos de producciones limitadas y altos precios que sólo los más informados sabrán apreciar. Si tenemos familiares que se están iniciando podríamos optar por vinos más sorprendentes. Por ejemplo las denominaciones catalanas de Montsant, Empordà y Costers del Segre. Denominaciones con productos muy bien hechos, de variedades autóctonas y de precios asequibles. Para los conocidos esnobs, es normal que prefiramos las marcas más reconocidas por los medios. ¿Y para el amigo invisible? Un regalo asequible podría ser un vino que no llegue a los 8 euros, como por ejemplo uno del Penedès, que no nos va a dejar en ridículo.
En las comidas y cenas de estas fiestas tenemos que pensar bien el vino que mejor acompañará al menú. Aunque la premisa es “vino tinto para la carne, blanco para el pescado” tiene deliciosas excepciones. El vino tiene que estar a nuestro servicio, no nosotros bajo su dictamen. El mundo del vino tiene múltiples posibilidades de maridage y después cada uno sabe lo que mejor le sienta. Un vino blanco, también puede acompañar carnes, pero el vino tendrá que ser pasado por barrica y la carne, blanca. Para los que sólo toman tintos, para los pescados deberán utilizar un vino ligero, joven y sin nada de crianza en madera. En estos largos manjares lo más espectacular es que desfilen diferentes tipos de vinos por la mesa, hasta si puede ser con cada plato. Son mesas grandes que fácilmente se acaban la media de diez copas por cada botella. Así podemos practicar más este juego de combinar comida y vino para que los dos salgan ganando. También podemos aprovechar para lucir las botellas mágnum, el doble de la estándar, pues seguro que siempre necesitaremos más vino. Para adornar de alegría nuestros banquetes mejor empezar brindando con cava. Un cava joven y brut para el aperitivo nos va a preparar el apetito, y si es rosado llenará de glamour nuestro brindis. Los snacks salados serán su mejor pareja. Los primeros podemos optar por los grandes blancos del país, como los verdejos de Rueda. Para las carnes guisadas, tintos con reserva. Para l’escudella un vino del año que se va, servido un poco fresco y de fermentación carbónica. Para los canelones vinos de garnatxa. Para los turrones cava dulce. Vinos dulces naturales endulzaran nuestra sobremesa. Nunca nos puede faltar en estos días espumosos de calidad, un buen whisky, un pedro ximénez de Montilla y Moriles. Estos vinos son los que te hacen quedar bien con cualquiera. Bones festes!!!
2 Comentarios
Smiorgan
Yo ya he organizado y preparado mis menús y vinos de nochebuena y nochevieja. En nochebuena Gramona Imperial Brut, Chablis Domaine Gérard Vuillen, Jean León Cabernet Sauvignon Reserva, Don PX y Champagne Roger Coulon Brut Tradition Premier Cru. En fin de año Gramona Imperial Brut, Albariño Valdamor, Castillo de Monjardín, Viña Consolación, Dulce Cristal-lí y Champagne Cattier Premier Cru Brut Antique.
Creo que he preparado además unos menúes maridados bastante acordes, ahora sólo espero que todo salga bien.
Saludos y felices fiestas Meri, para tí, el amigo amerrricano y todos los tuyos.
Meri
Thank you very much! Y que envídia de la buena que me das con estos vinos!!!