Vinos del Emporda
El Empordà (Ampurdán) es una parte muy alabada del territorio de Cataluña. Lo es por sus paisajes, por su gastronomía y, también, por los vinos del Emporda que son la única Denominación de Origen de vinos de Girona.

La denominación de origen Empordà
Su nacimiento como denominación de origen se produjo en 1975, aunque su tradición remonta a siglos de elaboraciones. La vid fue traida por las diferentes civilizaciones que se han enamorado de esta parte de la costa catalana.
En un primer momento se llamaba DO Empordà-Costa Brava. Sin embargo, en 2006 se quitó el apellido porque desde el Consejo Regulador se creía que la costa turística no reflejaba la tradición de sus cepas.
La Garnacha y la Cariñena siguen siendo las protagonistas de sus vinos aunque la variedad francesa Syrah va conquistando los vinos de autor en una tierra donde todavía prevalecen las cooperativas.
La Garnacha y la Cariñena son variedades mediterráneas que consiguen expresar en el vino las horas de insolación de su clima moderado con grados alcohólicos altos y taninos dulces.
Los suelos poco productivos, pobres y con buen drenaje son ideales para el cultivo de la vitis vinifera porque obligan a la planta a acumular reservas y concentrar las buenas cualidades para sus vinos. Esto acompañado por una rigurosa poda y control de plantación hace que los vinos de la DO Emporda comiencen a definirse antes de la vendimia.
Gastronomía de mar y montaña
El Emporda está formado por dos comarcas marcadas por su contraste paisajístico de mar y montaña. Si bien pensamos en la costa y el mar, el interior del Emporda es montañoso. Las Gavarres separan el Baix Empordà del Gironès y la sierra de la Albera supone la caída abrupta de los Pirineos sobre el Mediterráneo.
Los platos típicos de la zona reflejan esta naturaleza de contrastes. El clásico plato de mar y montaña es muy ampurdanés: pollo con gambas o sepia con albóndigas, entre otros.
Además, en el Emporda se elaboran algunos productos artesanales como las famosas anchoas de la Escala, la butifarra o el aceite de oliva.
Los restaurantes del Emporda no se pueden quejar. Tienen una materia prima inmejorable para armonizar con grandes vinos de todos los tipos. Vamos a ver cuáles son y cómo se caracterizan.

Como son los nuevos vinos del Emporda
Si bien cada vez se recoge la uva antes por el cambio climático, los vinos modernos del Emporda lo piden. Es el caso de los tintos, para los que se espera a recolectar la uva cuando ha avanzado la maduración fenólica de la piel ( antocianos y taninos).
Estos vinos modernos del Emporda se definen por el largo tiempo de maceración de la piel con el mosto en fermentación que hace que el color sea potente, de capa alta y los aromas a fruta sean los protagonistas.
Los vinos de estas comarcas que encontramos hoy en día en nuestras tiendas, no tienen nada que ver con aquellos vinos hace dos o tres décadas donde el abuso de madera cubría la potencia de los frutos rojos característicos de las variedades.
Vinos blancos del Emporda
Los vinos blancos elaborados con variedades autóctonas (Garnacha Blanca, Macabeo, Moscatel, Xarel·lo) son frescos y sabrosos en boca.
La Garnatxa Blanca coge en estas tierras gerundenses el nombre de Lledoner. También la uva Picapoll tiene su pequeña representación en la elaboración de vinos blancos. Sus aromas evocan frutos blancos y gamas herbáceas, como manzana y heno.
Por influencia del estilo internacional elaboran monovarietales de Chardonnay, uva que permite la elaboración con barrica dando el gusto tostado y la persistencia aromática que tanto adoran los consumidores.
Vinos rosados del Emporda
Los rosados, de color entre rosado y frambuesa muestran los frutos rojos de sus variedad principal (Garnacha) y resultan el complemento perfecto para las tardes de verano.
Antes de que los tintos más modernos los desbancaran, estos rosados eran los más populares y los que obtenían las mejor ventas dentro de la DO.
Los rosados del Emporda tienen una personalidad característica y un buen equilibrio alcohólico. Cada vez con más maceración pelicular, estos rosados de Girona, son más potentes y menos florales.

La tradición del vino nuevo
La Denominación de Origen Empordà se cuenta entre los vinos catalanes más orgullosos de mantener las tradiciones. Aquí todavía encontrarás bodegas que elaboran el primer vino del año, el Vi Novell.
Este vino joven que se comercializa inmediatamente después de la vendimia se caracteriza por ser agradable de beber, con poco cuerpo, pero un aroma intenso. Tiene una burbuja residual que no es añadida, sino fruto natural de la fermentación.
Los vinos tintos del Emporda
Los vinos tintos con crianza del Emporda son otro mundo. Hay bodegas que siguen haciendo largas crianzas en roble que dan como resultado vinos más clásicos.
Siguiendo la tradición de la zona hay otras bodegas que para sus vinos más especiales utilizan las variedades foráneas (Cabernet Sauvignon o Merlot).
Las Experiencias Excepcionales de la bodega mítica Perelada sirve como muestra de la etiqueta de los primeros vinos de esta marca. Perelada se cuenta entre las bodegas más innovadoras de la zona. El rey de los tintos es el Finca Garbet de la bodega Perelada como culminación de sus éxitos.
Con estos cimientos, han ido apareciendo vinos muy interesantes como los de Oliver Conti y los elaborados por bodegas Mas Estela. El Celler Espelt con sus originales etiquetas de diseños infantiles han cautivado a la restauración que quiere ver las nuevas bodegas en las cartas.

Otros vinos de la DO Emporda
Los vinos tradicionales del Emporda están elaborados con Garnacha y son unos vinos dulces amistelados y generosos excepcionales, cálidos y sedosos. Estos productos mediterráneos casan perfectamente con los foies y quesos azules de la región.
También encontrarás que se elaboran cavas y vinos de aguja ideales para los aperitivos o para tomar a todas horas. Los espumosos con seis atmósferas de presión y los de aguja con menos de cuatro, hacen que resalten aromas y la refrescante acidez al paladar.


