SUPERSIZE ME
No tengo sentido de la orientación. Siempre he creído que no podía localizar izquierda-derecha por culpa de haberme perdido algún capítulo de “Barrio Sésamo”. Luego descubrí que hay gente que tiene otra derecha u otra izquierda… Ahora en Estados Unidos recuerdo más que nunca el cuento de Gulliver en sus viajes a Lilliput y al de los gigantes. USA te hace sentir diminuto. Sus altos edificios, sus inacabables supermercados, sus dimensiones incaminables. Un té pequeño nunca es menos de medio litro. No puedes comer más de un plato por comida porque siempre es más de lo que necesita tu estómago europeo para saciarse. Y el eterno dilema del Mc Donalds… do you want super size? ¡Es sólo un dollar más! Y así tu delgado cuerpo mediterráneo se aclimata con unos quilos de más a este país donde el tamaño sí importa. Sobre todo el de la cartera.
Coco nos había enseñado el adjetivo grande y pequeño. Ahora a mis veintisiete años (recién cumplidos en mi exilio intelectual) descubro que mis tallas deben adaptarse a un mundo colosal. Donde los coches son grandes, las películas superproducciones y las raciones son para los ciudadanos de Brobdingnag. Jonathan Swift debió inspirarse en norte América al escribir sus aventuras. Yo después de un par de semanas he tenido que aprender a medir en millas y galons para acostumbrarme al lejano Oeste. Lo único que es minúsculo es la dosis de ginebra. El rancio medidor se apodera, aunque sólo sea mientras dura el gin tónic, del mundo de la grandeur.
2 Comentarios
Roberto
Tu eres mucho más grande que todos los americanos juntos aunque de media pesen 4 veces lo que tú. Entiendo lo que te pasa, me fui con 20 años allí con una beca y me superaba todo, pero lo más duro era la vanidad generalizada de la gente donde resultaba dificil tener una conversacion que no fuera de dinero, super trabajo o el último cochazo que te habías comprado.
Recuerda que el buen perfume se vende en frasco pequeño (en USA también). Asi que ante la duda, VENDETE!!!!! Si no compran es porque no te conocen.
Meri
Thank you very mucho, Roberto! Ya estoy mejor, la verdad es que nunca había estado viviendo fuera de Europa y se hace extraño. Hay una cosa buena que tienen los americanos: ¡que son muy perceptivos! Valoran mucho tu curriculum o las cosas que haces. Pero sí, ya tengo ganas de volver a Barcelona… ¡Sólo una par de semanas más!
kisses