¡MARIDAJES PARA LAS FIESTAS!
La suma de la parte sólida con la líquida debe brillar más que por separado. También podemos armonizar el vino (hay gente que prefiere utilizar este verbo al de maridar) con un buen libro y según la celebración. Antes de las fechas claves hay que revisar nuestra bodega diseñando el menú en función de los vinos. Las fiestas navideñas pueden ser la mejor excusa para poder abrir diferentes botellas, y porqué no, cada vino con su plato… ¡Un día es un día! Una tendencia de los maridajes es estar más atentos a la cantidad. Tal vez con una sopa no haga falta poner tanto vino y para un plato salado necesitamos una bebida de trago largo. También la temperatura del plato, del lugar puede marcar la pauta. Está prohibidísimo hacer combinaciones del vino con alcachofa o el vinagre que nos envuelve la boca de ácido desvirtuando el sabor del vino. Pero al final lo que no pega con ninguna buena copa son las malas noticias o las caras largas que avinagran la mejor de las añadas. Porque la única regla de los maridajes es: ¡que no hay reglas!