Los escoceses son catalanes
Las barricas son un bien preciado y en constante alza. ¡La producción de whisky exige cantidad de barricas! Por suerte, que no sean nuevas. Las barricas para hacer bourbon americano han de ser por ley nuevas y gustan bien tostaditas. Para los escoceses si la barrica está usada, mucho mejor. Si han contenido vinos de Jérez, les da un acabado más amoroso (por ejemplo el amontillado) o más dulce (si es una ex-barrica de pedro ximénez). Sea como sea, las barricas viajan un montón. El vino sí que las necesita nuevas de trinca y las bodegas se gastan un dineral comprándolas. Recordemos que las de roble francés son las más caras, las preferidas por los vinos top, y que dejan un sutil recuerdo de vainilla. Pueden llegar a costar más de 700 euros. Las barricas de roble americano son un poco más económicas (aunque las hay de todos precios partiendo de 400 euros) y regalan notas más dulzonas, como el coco. Son muebles de lujo por ello, para hacer vinos económicos los australianos que no tienen el corsé del consejo regulador empezaron a utilizar los “chips”. Las virutas de madera en España quedan marginadas a “envejecer” los vinos de mesa. Para los enamorados de los recipientes de 225 litros (lo que históricamente podía cargar una tracción animal) que no sufran, para vinos de calidad seguirán siendo su mejor crianza. Las barricas de primer año, que den un 100% de taninos y compuestos aromáticos, son las ideales para hacer vinos de guarda. Las de segundo año, aunque se han desprendido de algunas cualidades, pueden criar grandes vinos. Las viejas ya sólo son depósitos para el vino, que más que dotarle de bouquet, lo llenan de olores de humedad y suciedad. Por ello, el comercio de las barricas usadas en uno de los mercados del vino y su distribución. Y encuentran en Escocia el mejor sitio para la venta de barricas de segunda mano. Así los escoceses tienen tantas variedades distintas como para complacer a todos los amantes del whisky. España abastece de madera de Galicia y Asturias, barricas talladas artesalmente en Jerez para envejecer las soleras de sus vinos añejos. Macallan, el roll royce de los whiskies, sabe como la crianza oxidativa de los vinos de Jerez redondean su destilado. Los hay, como The Balvenie Port Wood de 21 años, acabados en botas donde antes han descansado los oportos. A parte del recuerdo de los vinos que utilizaron la madera, ésta aporta que el whisky transpire. La madera lo hace más suave, menos alcohólico y con más sex appeal. Así que ya encontramos whisky acabados con barricas de Sauternes, de Ribera del Duero, hasta de marcas en particular. Los escoceses, en el fondo son un poco catalanes, en el sentido de aprovecharlo todo. Aunque las barricas usadas por el Jerez que viajan al Reino Unido valen el doble que el Bourbon. Ser ahorrador, en los tiempos que corren, no está de más. Sobretodo si hace que las bodegas de vino tengan tanto gasto en madera y que el whisky tenga post-gusto a vino. Ser tacaño, no aporta nada: racanear al vino o al whisky de tener un buen roble, a la larga hace perder dinero.
7 Comentarios
Smiorgan
Algún whisky lleva en la etiqueta la procedencia de las barricas españolas 🙂
Meri, te invito a que te pases por mi blog y nos des tu opinión experta sobre un Priorat que probamos el otro día en una cata, y al que encontramos sensaciones extrañas. Sobre ello hablamos en los comentarios.
Saludos y gracias por adelantado.
Lluís G. Ribalta
Macallan, tradicionalmente, le compra las barricas a González Byass, las cuales le dan su característico final, color y aroma desde hace decenas de años.
Por otro lado, cabe destacar que hoy en día la marca que más apuesta por los distintos «acabados» en las barricas es Glenmorangie. Consiguiendo whiskies destilados en el mismo momento con un carácter totalmente distinto y propio. Muchos puristas consideran esto una moda «pasajera» (si algo con una edad mínima de 12 años puede ser pasajero!).
Son muchas las similitudes culturales que unen al publo escocés con el catalán (por ello fue un catalán quien acabó diseñando su parlamento 😉 en Edimburgo)… pero tanto españoles como Británicos coinciden en que ambos pueblos somos unos tacaños! si es que al malgastar se le puede llamar tacañería!
Sláinte! (salud!)
Meri
Muy bien por esos comentarios whiskeros!!!
Lluís, ¡tu sí que sabes!
Meri
Smiorgan he entrado en tu superblog que os recomiendo con entusiamo
http://pequenosgrandesplaceres.blogspot.com/
y no encuentro el vino que me dices…
Smiorgan
Meri, superblog…, ehem ehem. Es un blogcillo humilde y sin pretensiones. Tu es que me ves con buenos ojos 🙂 Gracias en cualquier caso.
El vino que te digo es Les Eres Vinyes Velles 2003, y el post donde hablamos de él está aquí.
Saludos.
Meri
Pues no lo he probado:(… aún, me apunto la referencia y ya te contaré!
besos!!!
Lluís G. Ribalta
Son muchos años dedicados al whisky y a Escocia! Imagínate! Conseguí sorprender a tu padre con un whisky muy especial 🙂