La lección de la naturaleza: RENOVARSE
La primavera esta en el máximo de su esplendor: aire fresco, cielo limpio y flores que colorean los paisajes. No es posible quedarse indiferente a tal belleza. Admiro la perfección de los insectos, la calma del perro en la puerta; escucho el canto de los pájaros, el zumbido de los insectos voladores y el tiempo marcado del batido del reloj. Solo hace falta oler el aire cargado de bocanadas florales, melosas y embriagantes. El otoño había hecho caer las hojas, había silenciado todo, mientras el invierno sirvió como pausa, de reposos, de reflexión, de autocuración. La viña se ha separado de sus propios frutos, abandonándose a su propio destino para reiniciar el maravilloso ciclo de la vida y llegará pronto también para ella el momento de la floración. La naturaleza puede parecer cínica a nuestros ojos, veloces al juzgar.
El secreto de la vida está en el renovarse, eso pide un enorme coraje, la naturaleza parece que ya se ha hecho una razón, el hombre no. Cada vez que se libra de una carga, pesada, que lo liga al pasado, a alguno, a alguna cosa, se empieza a correr más rápido. Si esto no pasa, es que en el fondo no nos hemos verdaderamente liberado. Y igualmente es importante entender qué cosa nos impide realizar nuestros sueños y crecer de la mejor manera, el campesino sabe bien lo que se tiene que podar y deja solo las gemas que darán las uvas mejores.
Lorenzo Zonin
(Podere San Cristoforo)
fuente foto: Flickr – Nha Le Hoan / Pink Sherbet