La joie de vivre
Hay gente que todo te lo pone fácil, sonríe, te escucha, habla repitiendo lo que has dicho para asegurarse que lo ha entendido, todo es sumar. Hay gente que te hace la vida más complicada, te pone nerviosa, grita primero de para atención a tus palabras. Todo resta. Nada le está bien. Se queja por todo. Parten de la mediocridad. En el viaje de Champagne de Taittinger me he encontrado con estas dos clases de personas. Por fortuna, las unas eran mis amigos periodistas con los que he compartido brindis, champagne y autobús. La otra solo era una parisina maleducada me tocó al lado que ya venía girada y no quiso ni tomar agua porque estaba indignada por como la trataba la compañía. A los del Champagne les va bien, porque parten de la abundancia. No hay crisis, es un lujo asequible. “No nos podemos comprar una avioneta pero si abrir una botella de champagne para celebrar que estamos vivos”. Esta es la riqueza del champagne, el bonheur, la grandeur francesa. No te abren las puertas solo del chateaux, si no todas sus mejores botellas. Para desayunar, para merendar. Lo dan todo y te dan todas las comodidades para que vayas a verles. “Es mejor que el viagra” dice Mesié Taittinger y mira a las mujeres del grupo. “Si es que los franceses no te hacen la corte les parece que te hacen un feo” dice, Cristina, las relaciones de Chivite. A todos se nos ha pegado la joie de vivre de la Champagne, que ha sufrido muchas guerras celebrando siempre sus victorias. Y yo quiero transmitir lo valioso que es la vida y como la siento dorada vista con tus ojos azules que me llenan de ganas de vivir en esta burbuja.
Un comentario
Carlos
Eso es…¡amor! y lo demás son tonterías…