GASTRONOMY EXPERIENCE PUGLIA
Siempre me habían dicho que más ibas al sur, mejor se comía en Italia. Llegar hasta Puglia es igual de difícil que de delicioso. Pero vale mucho la pena, porque es un lugar que fácilmente las preocupaciones diarias se convierte en alegrías extraordinarias.
Gracias a Casa Vinícola Zonin los sumilleres más mediáticos del mundo pudieron degustar como nunca la elaboración de un helado en Maglio (Lecce), una mozzarella acabada de hacer de Pezza Viva (Brindisi), el aroma de la vendimia del Salento, la textura de una pasta artesanal del Pastificio Benedetto Cavalieri en Lecce o a qué sabe la pesca marina de Reho Mare en Torre Suda. Todo ello regalado por las variedades de textura tánica del negroamaro, la complejidad aromática (que va del café a las notas de especies) del aglianico y la fuerza del primitivo como verdaderas protagonistas seguidas por el winemaker Stefano Ferrante y del agrónomo principal del grupo, Carlo De Biasi, ambos ejemplos a seguir por su gran carrera profesional y personal. Si encima se suma la supervisión del famoso enólogo bordelés Denis Dubordieu el resultado son estas 150 hectáreas de viña que presume la propiedad con una de las marcas más potentes de la vitivultura pugliese.
¿El secreto mejor guardado de la DOC (Denominazione de Origine Controllata) Primitivo de Maduria? Probad el bouquet de territorialidad del vino nombrado Altemura. ¿La clase del IGT (Indicazione Geografica Tipica) de Salento? Preguntad por un vino llamado Sasseo con la pureza de la variedad tinta primitivo envejecido doce meses en barrica. Detrás de estos tintos de gran potencialidad, estilo, autenticidad, con cuerpo, personalidad, originalidad, elegancia y alma hay blancos minerales, extrovertidos, mimados, generosos y exquisitos. ¡Una experiencia de 360 grados de maridaje llamado gastronomy experience!
Todo ello degustado en el misterio de una mesa llena de velas en pleno jardín botánico de cactus, La Cutura. Todo esto al ritmo de la pizzica con un paisaje y una alba de escándalo que hace vibrar. Se llama verano tardío y afecta a los afortunados que viven esta experiencia gastronómica con los cinco sentidos acompañados del candor de la familia Zonin.
El último toque de gracia: Rosamaro, un espumoso rosado de negroamaro, explosión de frutas rojas, con el que brindamos para que pronto la buena comida y bebida nos cita una vez más en el talón (para nada de Aquiles) de Italia.