En el nombre del vino
El nombre del vino es como el nombre de las personas. Hay nombres que son originales, otros clásicos, algunos fáciles de recordar. Nombres que muestran la personalidad y otros que son sólo un trámite para distinguir el vino. Estudios de marketing apuntan que los nombres de vino más utilizados son aún los que tienen referencias aristocráticas, los nombre genéricos o los nominativos latinos. Los vinos con pedigrí se hacen llamar por sus títulos nobiliarios como Marques de Gelida (cava), Conde de Valdemar (Rioja), Comtesse de Lalande (Pauillac). También hay vinos que aluden a la realeza como Dinastía Vivancos, (Rioja) Palacio de Bornos (Rueda) o Torres (Penedès) entre muchos más. Los nombres genéricos que demarcan la viña y el pago son muy comunes: Viña Tondonia (Rioja), Pago de Carraovejas (Ribera del Duero), Clos Mogador y Mas Martinet (ambos Priorat). Las laderas, los montes, los castillos están llenos de ejemplos vínicos. Los nombres latinos recuerdan las misma raíz del vino (vis, fuerza vital) como Tarsus (Ribera del Duero), Forum (Penedès) o Ysios (Rioja). Le siguen en número de referencias los griegos como Odysseus de Viñedos Ithaca o la bodega Dionisos en Valdepeñas.
Hay quien como a un hijo ponen al vino su nombre entero como el cava Agustí Torelló o sólo el apellido como Gramona; o en la denominación de origen calificada Rioja, Luís Cañas y Muga. Marimar, Mauro, Bertha o Idoia hacen son los preferidos de las personas que comparten su nombre. La tendencia pero es poner nombres raros que impacten, como el Jumilla Wrongo Dongo que se presenta en las originales etiquetas con las que presenta sus vinos Jorge Ordoñez. Los nombres populares ahora parecen los más originales: Viña al lado de la casa (Jumilla), El perro verde (Rueda), Qué bonito cacareaba un gran Rioja blanco con crianza.
La historia entre el vino y la iglesia deja constancia como San Román en Toro o Santa Rosa en Alicante. Por no hablar de los vinos franceses como el bordelés Château Pape Clément o la denominación de origen de origen Chatêauneuf du Pape o Hermitage. Scala Dei de la denominación Priorato, que a su vez proviene de prior y L’Ermita más internacional de Álvaro Palacios. El enólogo de culto, Raúl Pérez le pone “Pecado” a su mencía gallega, tal vez por los 98 puntos Parker. Los más esotéricos aman los vinos Celeste o Astrales de la Ribera. Ponerle números a los vinos es muy típico de la bodega australiana Penfolds con su Block 42 aunque las bodegas Abadal también siguen la tendencia con su 3.9. Bautizar un vino con su varietal es lo más corriente: Raimat Chardonnay o Enate Merlot-Merlot. Un nombre también nos puede dar pistas de la zona que representa como el txacolí Txomin Etxamin o Artazuri en Navarra. Entre los champagnes hay nombres alemanes que apelan a la historia como Krug o Taittinger. En el mercado anglosajón no fallan los cortos y fáciles de recordar como es el caso del vino más vendido, el australiano, Yellow Tale. Los más poéticos són los de Gerard Depardieu con su socio Magrez: Confiance, Ma Verité, Le Bien Decidé, Spritus Sancti, Paciencia, Sine nomine. Los hay que son osados y se atreven a ponerle a un verdejo “De puta madre”. Quinta Muradella llama “Bastardo” a su vino por la variedad y “Trío Infernal” se denomina el proyecto de Combier, Gérin y Fisher en tierras tarragoninas. En fin, que en el nombre del vino podemos encontrar de todo, como en la viña del señor…
5 Comentarios
Smiorgan
Uhmm, has borrado mi comentario por algo en concreto o ha sido un error del sistema?
Saudos.
Meri
Smiorgan, perdona, fue un error! Tengo mogollón de comentarios span y lo borré a saco…
Meri
perdón spam…
bones festes!!!!!