DISNEYWINE
Tal vez nuestra historia no nos permita sentir admiración por los logros de los demás y sólo halla sitio para la envidia. La herencia de las fortunas o de los títulos nobiliarios europeos no tiene nada que ver con el ritmo de vida americano. Un país de emprendedores donde la mayoría de gente se hace a sí misma. Tal vez por ello sean más visionarios, espabilados y sin complejos. Los celos no existen, sólo las ganas de superarse. Nadie crítica a otro por tener un coche más caro, simplemente le dice que le gustaría tener su coche. Y se esfuerzan por hacer todo por tenerlo.
En Estados Unidos tienen claro que la unión hace la fuerza. En muchas denominaciones españolas si se les propone hacer rutas enoturísticas los bodegueros dicen que no van a pagar un autobús o una cuota para hacer publicidad al de la viña de al lado. Toda una pena. En Napa hasta tienen un tren que se para en las diferentes bodegas. Puedes hacer un picnic entre las viñas y alquilar una limousine con los amigos. Se puede contratar la ruta de la película de Alexandre Payne “Entre copas” con las 18 localizaciones del film. Esto no es tan lejos de Hollywood, y con dinero, todos los sueños se pueden hacer realidad.
Los vinos europeos tienen terroir, alma, tradición. Los vinos de Napa y Sonoma tienen técnica y márqueting. En un mundo donde cuesta tener tiempo para dedicarse a entender una carta de vinos, la propuesta californiana llega al consumidor y permite al aficionado sentirse partícipe de la experiencia vinícola. En España solo se les permite gozar de una cata en la bodega a los sumilleres o los propietarios de comercios o restaurantes. El cliente se siente ignorado en nuestro país. Le gustaría saber cómo se hace el vino, entender el porqué de su precio y que le explicaran el sabor. Se conformaría, tan sólo el fondo humano que hay detrás la caja de vino. En España, sólo las grandes marcas o algunas potentes denominaciones tienen recursos para permitirse ese “something more”. Somontano, Rioja como denominaciones y Torres, Freixenet, González Byass como marcas son las más fuertes. Esta última ha ganado la medalla best in nation en el San Francisco International Wine Competition. Tenemos grande iniciativas privadas, lo que hemos de cambiar es nuestra mentalidad. En la península vamos ganando mercado exterior pero perdemos el interior. Ya se sabe que nadie es profeta en su tierra. Es una pena que nuestra gente tenga que ir a otros sitios para conocer la viticultura cuando en nuestro país el vino es cultura e historia y no solo entretenimiento.
Las vendas directas en las bodegas de Napa van subiendo hasta el 20%. ¿Por qué? Después de un paseo por las viñas, la bodega y la sala de degustación, una tienda. Estos grandes almacenes dentro de las bodegas albergan cremas hidratantes de antocianos, refrigeradores de botellas con dibujos, libros de cata, aceites, diferentes sales, gorras con uvas, pendientes de copas, etc. Y la gente compra cajas de ese vino que ha probado y que no sabe si le gusta tanto, pero le han explicado de donde viene el Chardonnay, que tiene aromas de almendra y que tiene madera porque sabe a tostado. Son vinos caros pero que el consumidor ha visto quien y como se producían y que va a poder explicar en la cena y vacilar a su cuñado. Más de siete millones de turistas anuales van a la zona por excelencia, Napa, a tan sólo 90 km de San Francisco. La ruta del vino de Somontano hace unos deliciosos conciertos en verano. Las bodegas del difunto Robert Mondavi, este verano han obsequiado la uva con las canciones de los Rolling Stones. Los americanos siempre van muy fuertes, todo lo que hacen lo hacen a lo grande. En Europa los poderosos tienen títulos nobiliarios. En el reino de la coca-cola, el vino es el emperador. En Estados Unidos los nuevos ricos compran viñas para arraigar su pedigrí.
ARTÍCULO PUBLICADO EN «MERCADOS DEL VINO Y LA DISTRIBUCIÓN»
2 Comentarios
Roberto
Hay una diferencia semántica que explica claramente la actitud de los americanos y los españoles en cuanto al desarrollo profesional. Ellos dicen «Make Money»; hacer dinero mientras que nosotros decimos «ganar dinero».
No es más que una frase pero la cultura del pelotazo nos pasa factura y durmiéndonos y continuando con la actitud de pensar que marketing es solo una cosa para multinacionales no hará más que allanar el terreno para que llegue pasado mañana la asociación de productores de Napa Valley y monten un mega local ( a la monvinic pero bien hecho ) para difundir el vino de California en Madrid y Barcelona.
Creo que mover a D.O.’s de la envergadura de Rioja es simplemente imposible por la cantidad de bodegueros pero quizás en denominaciones mas pequeñas como Priorat o Toro sea más plausible empezar a ver algo de «EnoMarketing».
Meri
Tu reflexión semántica me ha hecho pensar mucho. Es una metáfora excelente. I miss la iniciativa americana a no temer hacer cosas nuevas. Aquí la gente del vino puede ser muy rancia, poco atrevida y demasiado conservadora.
Me miro este finde los menús y te contesto!
ciao, caro!