Cómo guardar las botellas
No cuanto más viejo más bueno, hay vinos que ganan con el tiempo y otros que empeoran, así que tómate el esfuerzo de ver como son los vinos que quieres guardar.
Lo que mata al vino es que lo mareemos con diferentes temperaturas. Es decir, que lo pongamos en el congelador, después en el coche a 30 grados, después otra vez en nevera, etc. Por eso si habéis tenido invitados y no os habéis acabado los vinos blancos de la nevera, mejor que los dejéis allí si no tenéis aire acondicionado. ¡Claro si los dejáis muchos meses cuando saquemos el tapón se secará! Pues en la nevera, la temperatura es demasiado baja y no tenemos humedad. Igual que si no tenemos ningún sitio fresco en casa lo mejor es dejar las botellas en su misma caja. Al menos el cartón puede hacer de aislante térmico. Aquí están las claves para los que podéis tener una “bodeguita” en casa.
- 75% de humedad
- temperatura constante de 14 a 18 grados
- buena ventilación
- botellas horizontales (si se han de guardar durante mucho tiempo, ¡si hay rotación no pasa nada si están unos meses en posición vertical!)
- oscuridad (la luz daña al vino)
- calma y silencio (las ondas sonoras pueden llegar a “molestar” al vino)