Catalan red wines
Por fin se puede decir que Cataluña es profeta en su tierra. No voy hablar de política pero sí de creernos el territorio. Doce denominaciones de origen dan para mucho, sea de tipología de vinos, de variedades, de terruños, climatologías y maneras de hacer. En este artículo no nos centraremos en los preciosos blancos del penedés o las garnachas blancas de Terra Alta, ni de las burbujas rosadas de la DO Cava o Clàssic Penedès que hacen las delicias de nuesros paladares, si no que hablaremos de los tintos catalanes más apreciados, demanadados y valorados.
La Do Catalunya es una gran solución para muchas bodegas, da libertad y es un gran paraguas para sus uvas. Y es que, a veces las variedades autorizadas pueden ser guillotinas para la creatividad. En la DO Penedès se quiere reivindicar sus tintos, empezando por el cabernet sauvignon que plantó por primera vez Jean Leon y continuando con sus tintos ligeros y tintos con todo el cuerpo del mundo. De la sumoll, a la tempranillo pasando por las garnachas.
La periodista y sumiller Ruth Troyano piensa que los vinos que se llevaran no depende del color, si no del estilo de vinos. Vinos vivos, sanos y saludables y ecológicos que sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Vinos artesanos que hablen del paisaje y de las personas que los han elaborado. Triunfaran las variedades autóctonas recuperadas como el sumoll, el mandó, las garnachas, las cariñenas, el trepat…. La coherencia será su punto fuerte sobretodo con la que trabajen el viticultor y el enólogo, nos dice la presentadora de la último edición concurso de Mejor Sumiller de Catalunya, que venció el título la sumiller Audrey Doré. Hablando de premios, buenos vinos y de mujeres en el ámbito catalán que tiunfan no podemos olvidar el premi Gla d’or que se ha dado a la comunicadora y enóloga Mar Galván este pasado verano. Los consumidores pedirán más frescor, frutas, aromas y menos grados alcohólicos. Vinos elaborados como lo harían nuestros abuelos “naturalmente” con las técnicas de hoy es lo más hispter en el mundo del vino. Y si no veamos denominaciones como la calificada Priorat y el Montsant elaboradores por jóvenes, desacomplejados y muy creativos que hacen vinos para beber, con la aportación mínima de la barrica.
Los nuevos vencedores
Precisamente el ganador de los premios Vinari d’Or del año pasado fueron las cariñenas del Empordà y del Priorat. Las garnachas de este concurso nos dice Ester Bachs también lo petan. Sobretodo con sus elaboraciones más ligeras estilo Beujolais a tintos con más crianza. Encontramos ejemplos des del Montsant al Priorato con Viñas Domènech, Venus l’Uninversal, Scala Dei. Las puntuaciones Parker también se han enamorado de las garnachas. En Terra Alta, los mejores ejemplos según esta Mástter en Comunicación Empresarial y con el Advanced del WSET a sus espaldas nos recomienda Herència Altés, La Fou, Sant Josep Vins con su Clot d’Encís, Llàgrimes de Tardor y en su querido per Empordà (Espelt, Mas Llunes, La Vinyeta…).En el Pla del Bages el picapoll se vuelve tinta en bodegas como Oller del Mas con estilo bordelés que ganó el mejor Vinari Ecológico 2016.