Cambio de Armario
Cada vez que llega una nueva estación, el cambio de armario. El poner en cajas las prendas coloradas, los biquinis y las camisetas que rememoran momentos. Para llenar el armario con vestidos que ya no recordabas y con cazadoras que significan cosas. Siempre soy de las primeras en mutar la ropa de la temporada. Tengo estrés anticipatorio al pensar que si no lo hago este fin de semana, tal vez más adelante no tendré tiempo. O tal vez, es el deseo dejar un estupendo verano en la parte de arriba del armario y poder vislumbrar mi futura temporada. Entonces aún sudando y vestida de blanco veo mi armario lleno de trajes negros y me asusto. No sé que me voy a poner porque no sé lo que me pasará. Pero esas faldas me repiten de lo que escapo, por ello, las pongo en bolsas para darlas a alguien que le hagan falta. Los armarios están llenos de sentimientos y prendas que me recuerdan a esa cena, a ese día, a un período que ya no existe y que ya no está de moda. Hay camisas que resisten los cambios y que siguen allí, aunque aún no se hayan podido lucir. Algunas muy desgatadas siguen pasando la quiebra de cada cosecha y otras, aunque estén casi nuevas, ya no se repetirán. Compraré nuevas prendas porque quiero tener otras historias en forma de tela y vestir ilusiones en otro formato. El cambio de zapatos simboliza si queremos, andar, correr, estar sexys o cómodas. Reconocer que aquellos zapatos bellos son demasiado incómodos y decidir que ya no caben es un símbolo de cómo vamos a caminar. Dicen que la ropa que en dos temporadas no te has puesto ya no la volverás a vestir. Aún así pensamos que se volverá a poner de moda, aunque seguro que cuando suceda, justo la habremos regalado a una amiga. O nos aferramos a los tejanos de cuando estabas tan delgada, que sabiendo que nunca volverás a estar así, los tienes “por si acaso”. Ojalá con el minibar hiciéramos lo mismo y fuéramos coherentes para reconocer las cremas de whisky caducadas, los licores que esperando que algún invitado te los pida acumulan polvo y las botellas que ya no vas a compartir porque ya se han oxigenado. Los cambios de armario y minibar sólo requieren tener la ideas claras. Los demás cambios, adaptación y superar el miedo a lo que vendrá. Sé valiente, valiente, valiente- decían en la película en el Círculo Polar. Yo me lo repito, esperando que desaparezcan los fantasmas de mi armario.
2 Comentarios
Àlex
Preciós !!! m’ha encantat la idea de la roba lligada a sentiments, a cites, … !!! Genial !!
Marta
No tinc paraules…com sempre impresionant!!!